Misioneros
por el Mundo nos lleva el sábado 29 de septiembre hasta Osaka, la segunda
ciudad más grande de Japón. Allí, los misioneros españoles cuidan a la pequeña
comunidad de fieles de la Iglesia Católica (sólo un 0.4 %), ofreciendo
asistencia espiritual y social a una población que lo tiene todo, pero que
sufre, sobre todo entre sus jóvenes un fenómeno de aislamiento y dificultad
para comunicarse que los japoneses han bautizado como “hikikomori”.
En la
Iglesia de la Sagrada Familia, de Osaka, se encuentra el misionero Miguel Ángel Aragón
Moreno, sacerdote diocesano de Cuenca, y perteneciente al Instituto de
Misiones Extranjeras (IEME). Unas 26 personas están en este momento en el grupo
de Introducción al Cristianismo que ofrece la parroquia, para poder bautizarse
en Pascua. El año pasado, hubo más de 50 bautizos, aunque hacerse cristiano no
es una decisión fácil; como dice el misionero, eso implica para muchos
cristianos romper con su familia. Miguel Ángel afirma que para los problemas de
los japoneses, como el suicidio, el “hikikomori”, o la soledad, son importantes
los valores del Evangelio y la presencia de los misioneros. Otra de las
dimensiones que el misionero cultiva en Japón, es el diálogo interreligioso “de
oración y de a pie de calle”.
El
claretiano Félix
Martínez San Martín, nacido en Aranda de Duero (Burgos), lleva 36 años
en Japón. En Hirakata (una especie de “ciudad dormitorio” de Osaka), atiende la
iglesia de la Virgen de Guadalupe, la única para una ciudad de cerca de 450.000
habitantes (unos 1.600 católicos). Este templo se construyó recién terminada la
Guerra Mundial, con donativos de los mexicanos (por eso su advocación es la de
Guadalupe). A ella pertenecen los parvularios católicos que atiende el padre
Félix, donde los niños japoneses aprenden a rezar.
Otro
claretiano, el misionero Josep María
Abella, nacido en Lleida, fue el superior general de esta Congregación entre
2003 y 2015. Cuando el misionero recibió a Misioneros por el Mundo, el Papa
Francisco no le había nombrado todavía obispo auxiliar de Osaka (fue consagrado
el 16 de julio en la Catedral de esta diócesis). Abella afirma que sólo a
partir de la vivencia personal de la fe, de contar la propia experiencia, se
puede abrir el camino al Evangelio entre los no creyentes. En el Centro
Pastoral Social de la diócesis de Osaka, la Iglesia Católica trabaja por los
derechos humanos y la justicia social, y ofrece ayuda a refugiados, inmigrantes,
indocumentados, y también a un grupo de japoneses poco conocidos, los “Buraku”,
que son los marginados de Japón. En esta “realidad eclesial pequeña pero
significativa”, el hoy obispo auxiliar de Osaka, afirma que el único poder de
la Iglesia en Japón es “el poder de la transparencia, de la sinceridad y de la
conexión entre lo que dice y lo que hace”.
Misioneros por el Mundo se
emite los sábados a las 11,40 (después de la Misa). Los programas pueden verse
en redifusión los martes a la misma hora.
También se pueden seguir en
directo on line en: http://trecetv.es/directo
y
tras su emisión, pueden verse en la web del programa http://trecetv.es/programas/misioneros-por-el-mundo