• JORNADA DE VOCACIONES NATIVAS 2024


    Hágase tu voluntad. Todos discípulos, todos misioneros
  • ENCUENTRO DE JÓVENES 2024


    ¡Apúntate!
  • MEMORIA DE ACTIVIDADES


    Mira todo lo que hicimos en 2022
  • MEDITACIÓN DIARIA


    ¡Reza con nosotros por las misiones!
  • SUPERGESTO


    La revista para jóvenes, ahora en formato 100% digital

8 oct 2021

Mesa redonda sobre “Familia y misión”

 Organizada por la Delegación de Misiones y la Delegación de Laicos, familia y vida, el 2 de octubre tuvo lugar en el salón de actos del Seminario de Lugo una mesa redonda sobre la familia y la misión: El primero en intervenir fue el director nacional de Obras Misionales Pontificias, José María Calderón:

“La misión es una plena manifestación de la sinodalidad, donde todos los hombres: sacerdotes, mujeres, consagrados, casados, solteros... juntos salimos al mundo a evangelizar, con la conciencia clara de que el Señor necesita brazos y personas para llevar su mensaje de salvación a todos los hombres. Todo eso fue poco a poco formalizándose y tomando cuerpo y gracias a Dios todo está muy normalizado. De los 9.000 misioneros españoles que están por el mundo, 556 son sacerdotes diocesanos y laicos 651 (de ellos 230 son matrimonios). Hay más seglares que van a evangelizar, que sacerdotes diocesanos. Las religiosas, la vida consagrada femenina, supera a todos: están siempre en la avanzadilla, tiran para adelante...” 

 A continuación intervino una familia del Camino Neocatecumenal, Raquel Puig y Virgilio Villena: “En la Diócesis de Túnez el Obispo pidió una familia con hijos pequeños y que el padre fuera enfermero. Pensamos que tal vez era voluntad de Dios, y nos ofrecimos. En el año 2011 fuimos enviados, junto con otras familias, a la misión por el papa Benedicto XVI. Estuvimos en Túnez casi 2 años. El tipo de misión allí tuvo que acabar y volvimos a España siempre agradecido a Dios por lo que hizo por mí, lo que Dios me dio gratis. Y pensar: como no lo voy a compartir? “En una convivencia donde se buscaba lo que el Señor quería de nosotros, supimos que los obispos gallegos pedían a los catequistas del Camino Neocatecumenal una ayuda que se materializó en forma de 17 familias, cuatro de ellas en Lugo. Desde hace 7 años estamos al servicio de la Diócesis, ayudando en la iniciación cristiana de adultos en varias parroquias: La Milagrosa, La Nova - Nuestra Señora de Fontiñas, San Froilán, San Lorenzo de Albeiros”. 

 Por Misioneros Seglares Vicencianos (MIsevi) intervino primero el matrimonio formado por Manuel Gamallo y Mª Jesús Cuena, que, entre otras cosas, dijo: “Con 23 años fui a Mozambique, donde estuve varios años como misionera seglar formando parte de una comunidad de misioneras. Trabajé en un hospital donde aprendí casi todo lo que sé. Pasé la malaria, el cólera y hubo un momento en mi vida en el que había estado trabajando más en África que en España. “Cuando estuvimos en Etiopía, tuvimos muchas circunstancias junto a otras familias, con personas que no tienen nada que ver contigo, ni el idioma, ni la forma de vivir, ni la cultura... y lo único que une es la fe. “De nuevo en España, para tener un medio de vida, fui a una oposición a enfermera de prisiones. Cuando tenía unos meses libres, volvía a la misión. En esos momentos me impliqué en Misevi Internacional, siendo muy consciente de que misión laica tiene que sostenerse por sí misma y desde España las familias tenemos que buscar la forma de sostener la misión”. 

 Y finalmente dieron su testimonio Emilio Estévez y Mónica Villar, del Equipo coordinador de Misevi: “Mi marido Emilio y yo estamos en la parte de atrás, en la retaguardia. Voy a poner el ejemplo del quirófano: en una operación quirúrgica, el cirujano extirpa el tumor o repara lo que esté roto, pero previo a eso hay muchísimas personas que tienen que preparar la sala de quirófanos, preparan al paciente, acompañan a las familias. También hay una parte que no se ve de lo que supone un envío, cuando una persona llega a la misión. Pues bien, los dos estamos trabajando en esa área. “Estar en un equipo internacional consiguió en mí vencer miedos como el tener que enfrentarse a unas cuentas, ir sola a muchos sitios, tener que gestionar muchas veces emociones como la culpa cuando no se puede ayudar a alguien en tiempo y forma. “Tenemos que ponernos ante Dios y decir: que quieres que haga con respeto a la labor misionera de la Iglesia?”.

Fuente: "A Nosa Voz". Obispado de Lugo