OMPRESS-MADRID (2-03-21) La celebración del próximo domingo 7 de marzo del Día de Hispanoamérica va unida a la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamérica, la OCSHA, que desde 1949 ha sido una vía a la misión para los sacerdotes españoles. Fue el 4 de junio de 1949 cuando la Junta de los Metropolitanos de España, antecedente de la Conferencia Episcopal, creaba esta institución misionera. Tenía como propósito paliar la escasez de sacerdotes que sufrían una gran parte de las diócesis de América Latina. Quien impulsó esta iniciativa fue el sacerdote Maximino Romero de Lema (1911-1996). Se impulsaba así un carácter esencial de la vocación sacerdotal, consagrado para todo el mundo.
Los sacerdotes de la OCSHA mantenían su vinculación a su diócesis de origen, la Iglesia que los había enviado, mientras desarrollaban su labor misionera en la Iglesia de acogida. Como sacerdotes Fidei Donum, según la expresión consagrada por Pío XII en la encíclica Fidei Donum de 1957, hacían que la iniciativa misional partiese también de las diócesis y no en exclusiva de las órdenes y congregaciones religiosas. Como decía la encíclica, dirigiéndose a los obispos de todas las diócesis del mundo, a los que animaba a la generosidad: “Este soplo misionero, además, al animar el conjunto de vuestras diócesis, será para vosotros una prenda de renovación espiritual. Una comunidad cristiana que entrega sus hijos y sus hijas a la Iglesia no puede morir”.
Entre 1953 y 1966 funcionó en Madrid un seminario, denominado el Seminario Teológico Hispanoamericano, en el que recibían una preparación ad hoc, aquellos sacerdotes que sentían la llamada de Dios a vivir su vocación en América latina. No obstante, la forma jurídica de esta entrega misionera se plasma en un “contrato”, suscrito entre los obispos de la diócesis de origen del sacerdote, y la diócesis de acogida, la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana y el sacerdote misionero. Un contrato que firmaron con generosidad decenas de sacerdotes durante estos más de 70 años.
Hoy son 178 sacerdotes, prácticamente el número de sacerdotes de una diócesis de tamaño medio española, que están presentes en 18 países de América y que provienen de 40 diócesis españolas. El pasado 2020, partieron seis sacerdotes, una vía de entrega misionera que sigue abierta.