Celebramos el próximo 28 de abril la Jornada
Nacional de Vocaciones Nativas, campaña perteneciente a la Obra Pontificia San
Pedro Apóstol, cuyo objetivo principal es la promoción de vocaciones nativas en
los países de misión. El lema de este año es el siguiente: Vocaciones nativas, señal de esperanza.
Os ofrecemos, a continuación, un pequeño esquema que
os puede ayudar para saber más de esta campaña, tan importante para la vida de
la Iglesia, pero tan poco promocionada y conocida en nuestra Iglesia española.
Obra
Pontificia San Pedro Apóstol
“Tiene
como objetivo prioritario mantener la importancia de la apostolicidad en la
misión y la necesidad de que cada Iglesia particular pueda formar, en su propio
contexto espiritual y cultural, el personal religioso propio y, en concreto, a
los ministros ordenados. Su campo de actuación no reside exclusivamente en el
sostenimiento económico, sino que se enraíza en la oración y en la vida
inspirada por la fe”. Organiza la Jornada de Vocaciones Nativas que se
celebra en España el último domingo de abril (Estatuto OMP I, n. 13).
La Obra de San Pedro Apóstol ayuda a los seminaristas
y novicios de los territorios de misión. En 2011, se ayudó a 73.741
seminaristas, lo que representa un
tercio de los seminaristas del mundo.
Ø Promover entre
los fieles una eficaz colaboración con los objetivos de la Obra Pontificia de
San Pedro Apóstol, que atiende las vocaciones al sacerdocio y a la vida
consagrada en los territorios de misión.
Ø Obtener fondos y
ayudas económicas para el sostenimiento y la formación de las vocaciones a
través de la financiación de “Becas”.
Ø Fomentar en el
seno de las comunidades cristianas la oración perseverante para que Dios siga
suscitando nuevas vocaciones en estos lugares de misión.
Ø Intensificar la
ayuda espiritual y material en favor de los sacerdotes enfermos y jubilados de
los territorios de misión.
2. Para no perderse
¿Qué es la Obra Pontificia de San
Pedro Apóstol?
Una
institución de la Iglesia católica para sensibilizar al pueblo cristiano ante
las necesidades de las vocaciones nativas en las Iglesias jóvenes.
¿Cómo y cuándo nace esta Obra
Pontificia?
En
1889 Juana Bigard y su madre, Estefanía, pusieron en marcha una iniciativa para
ayudar a las vocaciones a la vida consagrada y al sacerdocio que Dios estaba
suscitando en las misiones. Más tarde, en 1922, el Papa Pío XI la declaró Obra
Pontificia.
¿Qué hace a lo largo del año?
Promueve
la colaboración espiritual y económica para la formación de los candidatos al
sacerdocio y a la vida religiosa, e informa y anima a las comunidades
cristianas para que colaboren con las Iglesias jóvenes en la formación y
sostenimiento de seminaristas y novicios.
¿Cuándo se celebra la Jornada de
Vocaciones Nativas?
En
España la Jornada de Vocaciones Nativas se celebra el último domingo de abril.
Este año será el próximo 28 de abril, una semana después de la Jornada Mundial
de Oración por las Vocaciones.
¿Cómo colaborar con esta
iniciativa?
1)
Orando
y ofreciendo sacrificios por los seminaristas y novicios nativos de la misión.
2)
Cooperando
económicamente por medio de colectas, donativos domiciliados, becas completas o
parciales, herencias o legados
3. Cómo se gestiona el dinero
El dinero recaudado entre los fieles de
las distintas diócesis bien a través de las cuestaciones populares, de los
donativos en las parroquias o de contribuciones personales, se envía a la
Dirección Nacional de Obras Misionales Pontificias. Desde allí, se manda la
información de lo recaudado a Roma, al Secretariado de San Pedro Apóstol. Este
Secretariado estudia las peticiones de ayuda que llegan de los Territorios de
Misión, hace un informe de cada una de ellas y propone una distribución
equitativa al Consejo Superior reunido en Asamblea General. Una vez aprobada la
distribución de las ayudas, la Secretaría General comunica a cada país, entre
ellos España, dónde tiene que enviar la ayuda ofrecida, a través de las
Nunciaturas Apostólicas.
Las ayudas que
la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol envía a los territorios de misión se
dividen, según su destino, en dos grandes partidas:
a)
ayudas ordinarias (23.557.288$), repartidas
equitativamente en ayudas para atender la formación de seminaristas y novicios
con nulos o escasos medios económicos.
b)
ayudas extraordinarias (3.784.010$),
para la construcción y el mantenimiento de los centros formativos en las
Iglesias de reciente evangelización.
La suma total enviada por la Obra
Pontificia San Pedro Apóstol a los territorios de misión en el año 2012 ha sido
de 27.341.298 $.
En la Asamblea General de las Obras Misionales Pontificias
celebrada en Roma los días 7-12 de mayo de 2012, se aprobó la distribución de
las ayudas recaudadas en todo el mundo. La Secretaría General San Pedro Apóstol
indica a España los países y los proyectos a los que ha de enviar el dinero
recaudado. Gracias a la generosidad de España se pudieron entregar a los
responsables de la formación y el sostenimiento de seminaristas y novicios la
cantidad de 1.675.912, 92 €.
…el Cardenal Arzobispo de Buenos Aires
Cruzar el umbral de la fe es vivir en el
espíritu del Concilio y de Aparecida, Iglesia de puertas abiertas
no sólo para recibir sino fundamentalmente para salir y llenar de evangelio la
calle y la vida de los hombres de nuestros tiempo (Carta al inicio del Año
de la fe).
Cruzar el umbral de la fe para nuestra
Iglesia Arquidiocesana, supone sentirnos confirmados en la Misión de ser una
Iglesia que vive, reza y trabaja en clave misionera. (Carta al inicio del
Año de la fe).
La Semana Santa se nos presenta como una
nueva oportunidad para desinstalar un modelo cerrado de experiencia
evangelizadora que se reduce a “más de lo mismo” para instalar la Iglesia que
es de “puertas abiertas” no porque sólo las abre para recibir sino que las
tiene abiertas para salir y celebrar, ayudando a aquellos que no se acercan (Carta
para vivir la Semana Santa).
...el Papa Francisco
Yo
querría que todos, tras estos días de gracia, tengamos el coraje, precisamente
el coraje de caminar en presencia del Señor, con la Cruz del Señor; de edificar
la Iglesia sobre la sangre del Señor, que se ha derramado sobre la Cruz; y de
confesar la única gloria: Cristo Crucificado. Y así la Iglesia irá adelante
(PP. Francisco al Colegio cardenalicio, 14-III-2013).