Compartimos con vosotros, el testimonio de Sor Celia, misionera en Filipinas, que pertenece a la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Nos cuenta lo que representa para ella el lema del DOMUND de este año, "Sal de tu tierra", y les envía un mensaje a los jóvenes:
SAL
DE TU TIERRA
12 de Agosto 2006. Suena el teléfono y escucho desde el otro lado
del hilo conductor: “Sor Celia, acepta ir a Filipinas y abrir allí
un Hogar para ancianos pobres y enfermos?” era la voz de mi Madre General que
me invitaba a esta gran aventura. “Piénselo, lo ora, y hablamos”.
En mis años jóvenes
soñaba con ir a misiones, ahora a los
60, aceptar la propuesta, se me hacía casi imposible. Enfrentarme al idioma, cultura, edad, salud frágil… todo lo que venía a mi mente era superior a
mi fragilidad, lanzarme a lo desconocido, se me hacía como dar un salto en el
vacío. Como buena gallega, muchos días lloré sin consuelo pidiendo: “Padre si
es posible…” Hasta que al fin, después
de mucha oración y reflexión, se hizo la luz y el Señor me dio a entender que
la raíz de mis miedos no estaba fuera, sino dentro. “tenía que salir de mis seguridades…
salir de mi misma y mis esquemas” en el fondo, no me fiaba plenamente de El,
quería hacer y ser yo misma. A partir de
aquí, El cambió mi corazón y pude aceptar la misión que me confiaban.
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Queridos jóvenes y menos
jóvenes. La vida es bella y hay que vivirla “con pasión y arriesgarla en la
construcción del Reino”. Yo me siento inmensamente feliz en la misión. Eso sí,
cada día debes salir de ti para ir al encuentro del otro, vivir la realidad de
que: No vienes a evangelizar, curar, o
enseñar, sino a dejarte convertir, dejarte sanar, y aprender cada día a dar amor y ternura que es
el lenguaje que todos entendemos; no vienes a hacer cosas,- abrir un hogar ,
una escuela-, vienes a dejar que El sea en ti para los demás, y desde ahí descubrir la novedad y belleza de cada día,
dejarte sorprender. Todo es don y regalo, lo importante es lo que somos, no lo
que hacemos.
Salir de tu tierra, y
cuanto en ella amamos, cuesta, y mucho, -que me lo pregunten a mi- pero arriesgas todo, te fías, das el salto y
vives tan feliz en la misión que no lo cambiarias por nada del mundo. “salir de esta otra tierra que soy yo misma” y
que es trabajo de cada día y de toda la vida, cuesta más, pero fiada de El y
con El todo se puede. “Yo estaré contigo, nunca te dejaré ni te abandonaré”. Jo.1,5. Esta
realidad, yo la experimento cada día y en cada minuto. El es fiel.
Y si alguno no lo cree del todo que haga la prueba y verá que lo que
digo es verdad.
Sor Mª Celia Fociños. Congregación: Hermanitas de
Ancianos Desamparados.