Todos los años, por la
Infancia Misionera, celebramos un encuentro con niños de Lugo. Los años
anteriores tuvieron lugar en distintas parroquias de la ciudad, pero este año
hemos querido darle una vuelta a este encuentro, pues vimos el año pasado que
había bajado bastante la asistencia, por lo cual se hacía necesario un cambio.
El encuentro tuvo lugar
en el Pazo de los deportes del Club de Baloncesto Breogán. Un equipo muy
arraigado en nuestra ciudad, y que nos ha abierto las puertas de par en par,
poniéndose a nuestra disposición total, ya que es un equipo que se brinda para
ayudar las distintas iniciativas que promueven la solidaridad entre las familias
de diversos puntos del mundo. En este encuentro unimos misión, solidaridad,
deporte, encuentro y fiesta.
A cada niño le pedimos
que trajese material escolar. Nos acompañó un jugador del equipo juvenil del
Breogán, Seidou Aboubacar, natural de Níger, a quien entregamos el material
escolar para que lo hiciese llegar a una escuela de su país. Dos horas de
convivencia, solidaridad y diversión que sirvió también para que en Níger
algunos niños den un paso más en su formación escolar.
El encuentro comenzó con
una representación de teatro, en la cual un maquinista, llamado Jesús, iba
recorriendo todos los continentes e invitando a los niños de distintas razas y
lugares a subirse a ese tren. Jesús
pedía que se tuviese un corazón grande y se practicase la solidaridad
para subirse a su tren. Por eso, los niños participantes de este encuentro,
repartidos en continentes, iban llevando el material escolar a unas cestas,
para dárselas al jugador.
A continuación Seidou
tuvo un encuentro con los niños. Les habló de su país, de los problemas que
tienen, de su vida personal y cómo llegó desde Níger a la ciudad de Lugo para
ser jugador de baloncesto en esta ciudad, y de los valores positivos del
deporte. Respondió a las numerosas preguntas que los niños le hicieron y firmó,
con una paciencia infinita, autógrafos y se
hizo fotos con los niños.
Después ya continuamos
con la parte más festiva. Los niños, animados por monitores del Breogán,
realizaron diversos juegos en la cancha de baloncesto y visitaron las
instalaciones deportivas. Se detuvieron en la sala de prensa (por grupos, pues eran
más de 100 niños), donde comparecieron durante unos minutos como si fuesen los
entrenadores del equipo o los jugadores.
Y terminamos reuniendo a
los niños para agradecer entre todos la generosidad del Breogán y hacerles
regalos, tanto al jugador como a los que nos acompañaron de la directiva. Por
su parte, el Breogán repartió entradas entre todos los niños para el próximo
partido de baloncesto que tendrá lugar en el Pazo.
Un encuentro muy bonito y
que este año ha sido especial. Al salir del ámbito parroquial nos ha dado
oportunidad de tomar contacto físico con una de las instituciones más
importantes de la ciudad. Además, el pabellón deportivo se presta muy bien a
que los niños interactúen y participen, no sólo como meros espectadores, cosa
que estos años anteriores ocurría. Pedir a los niños un gesto concreto de
solidaridad ha sido muy bonito para ellos. Fueron generosos al máximo y al
propio jugador le ha venido muy bien. También participaron algunos padres que
trajeron a niños.
En definitiva, una tarde
muy especial que ha servido para imprimir la misión y la solidaridad entre los
niños de nuestra ciudad.
Por último compartimos con vosotros la obra de teatro que hemos representado en el encuentro y un video de todo lo que hemos hecho durante la semana de Infancia Misionera: