13/02/2024
Natalia Carrilero tiene 11 años y vive en la provincia de Albacete. Desde pequeña va a la parroquia con su familia, y su catequista es una apasionada de las misiones. Y por ello, en el Domund sale con las huchas para pedir por los misioneros, en adviento participa en Sembradores de Estrellas… Todo lo aprendido lo ha plasmado en un dibujo, que ha resultado ser el ganador de la categoría de los mayores del Concurso nacional de dibujo de Infancia Misionera. Elaborado con rotuladores de punta pincel, y con mucho color, el dibujo rebosa alegría. “He representado a los niños felices porque ahora conocen a Jesús”, explica esta niña. Y no duda sobre quiénes son los causantes de esa dicha. “Los misioneros son muy buenos, ayudan a los niños a que conozcan a Jesús”.
Miles de niños como Natalia han participado en este concurso en una primera fase diocesana, abierta hasta el día posterior a la Jornada de Infancia Misionera (15 de enero). Después, los 60 mejores dibujos pasaron a la fase nacional. Hoy se hace público el fallo del Jurado, que ha estado formado por Begoña Díez -delegada diocesana de misiones de Jerez, miembro del secretariado de Infancia Misionera e ilustradora-; Pablo de Mergelina - director de la plataforma SuperGesto-, y José María Calderón, director nacional de Obras Misionales Pontificias (OMP).
Este concurso, que cumple su 11º edición, es una oportunidad para la sensibilización misionera, ya que promueve que los niños trabajen con creatividad el lema que Infancia Misionera propone cada año con creatividad. “Simplemente el hecho de sentarse a pensar qué pueden dibujar para expresar cómo ellos comparten lo que son, les puede a ayudar crear conciencia sobre temas importantes”, explica Fernando González, responsable de esta Obra Pontificia en España. “Les ayuda a fortalecer su sentido de comunidad eclesial y a promover la reflexión personal sobre su papel como católicos en el mundo”, concluye. |